domingo, 2 de octubre de 2022

Los biólogos y educadores ambientales (ciencias ambientales)

La carrera de ciencias ambientales, es una carrera que estoy convencida que debe ser preciosa, cada persona con la que coincidí durante mi carrera de biología con los de medio ambiente, algo muy habitual porque compartíamos facultad, sin lugar a dudas eran las personas más amantes seguramente del medio ambiente, de la naturaleza y supongo que de Gaia. 

Lo cierto, es que a mi siempre me ha enamorado y me ha parecido impresionante la naturaleza, comparados con ella la historia del ser humano es un mero chiste o anécdota. No obstante, los biólogos y los medio ambientólogos somos las personas que mas conocemos la naturaleza, seguramente más la amemos y somos hasta capaces de pasar años estudiándola. Aquí incluiría también, a los agentes forestales y estudiantes de forestales que conocí en mi master de neurociencia por que su facultad estaba al lado de la de biológicas en la Complutense. Es sin duda, muy curioso cuanta gente estudia la naturaleza, pero cuanto nos queda por conocer, investigar y saber. 

Seguramente porque como me comentaron en la carrera en evaluación ambiental y en sistemas ambientales, dos asignaturas de las que aprendí muchísimo como evaluar los impactos de nuestras acciones en el medio ambiente y como podíamos hacerlo mucho mejor, llegabas a la conclusión de que es difícil ponernos de acuerdo en las prioridades, las necesidades pues todos quieren cubrir la suya...

Creo que no somos conscientes del milagro y equilibrio delicado que le da la naturaleza a todo eso, como consigue que como nos explicaba Mufasa yo me como al antílope, pero después, al morir nuestros cuerpos alimentan esa hierba de la que se alimentan otros antílopes, y así podríamos describir todas las cadenas tróficas, concluyendo como el mismo Mufasa que todos estamos conectados en el gran ciclo de la vida o del carbono (os dejo el video donde lo explico: https://youtu.be/DB6FXho47-g)

Aun con todo esto, os diré que mi pasión y amor por conocer la naturaleza ha ido a más, así que me he dedicado a hacer recientemente una formación que tenia ganas de hacer desde hace tiempo, ser monitor de medio ambiente. Sé que puede parecer contradictorio hacerme un curso de bata absoluta como coordinadora de ensayos clínicos, y ahora hacerme este tan de campo como para dedicarte a hacer actividades al aire libre, pero lamento informaros que yo soy bióloga de bata con botas puestas. Lo cierto, es que casi siempre tiene que ser así, pero hay gente que prefiere un campo frente a otro, a mi ambos me han apasionado siempre, creo que ambos son algo que si hubiese podido combinar, más algo de psicología tendría mi carrera perfecta, y seguro que pensáis que es la etología, pero no puedo hacerme más carreras que ya con 30 se acaban los descuentos jajajaja.

En definitiva, que el curso de monitor de medio ambiente, me ha ayudado a recordar que nunca sabre suficiente que la zoología, la botánica, la taxonomía, y las miles de formas de vida, medios, interrelaciones, se deben estudiar en cada caso con paciencia y detenimiento, disfrutando del maravilloso proceso que es el estudio de la vida, ese origen que comentaba al principio que compartimos algunas ramas de estudio.

Finalmente, quiero irme dejándoos dos mensajes: 1 veros los videos de recomendaciones ecológicas y medioambientales de películas y documentales que os hago si os interesa el tema (https://youtu.be/8GHtOsysy2Y). También, hay un par de videos analizando el concepto de pobreza ecológica (https://youtu.be/5YCI9ZybXJE). 2. Salir al campo y disfrutar de su infinita belleza. 3. Si queréis saber más decirmelo y os lo cuento.

Podéis leer y descubrir mucho más en el Glosario.

Que la ciencia y la fuerza os acompañe.

Artículo escrito por Ana María Morón Usero o Ammu.

Capítulo 2. ¿Puedo jugar contigo? El comienzo.

Ana y María se miraron y se sonrieron, lo bonito de este momento, seguramente, es la sencillez con la que los niños hacen cosas, esas cosas que a veces, cuando somos mayores luego vemos tan difíciles. Pues tras esa sonrisa, todo fue tan fácil como que Ana se acercara a María y dijera: Hola, ¿puedo jugar contigo?


Evidentemente, la respuesta fue un sí. Aquí comenzó, la amistad de Ana y María, jugaban, compartían estudios, lobbies, pasión por los animales y los coches, y muchas más cosas. Fueron creciendo y como sus pueblos eran vecinos, siempre se encontraban y se veían. Se vieron siempre en verano, también en las fiestas de cada uno de los pueblos, en las vacaciones de Navidad y Semana Santa del colegio, y un larguísimo etcétera de momentos, y de personas porque tanto Ana, como María, también acabaron teniendo amigos cada una, y también amigos compartidos entre ellas.

Curiosamente de sus amigos compartidos no salieron, con la llegada de las hormonas y la adolescencia sus primeros novios, no, salieron de sus respectivos colegios. Por lo que hablar todos los días por messenger era necesario para ponerse al día, y usar tuenti, por supuesto. Aunque al acabar el colegio y cambiar al instituto, ambas relaciones terminaron, nuestras chicas seguían manteniendo una fuerte amistad. Compartieron sus primeros novios, sus primeras rupturas, y ahora llegaba el verano había que relajarse, pero claro en breve llegaba un salto importante en sus vidas, el instituto. Hablaron mucho sobre sus miedos y sus dudas acerca de cómo sería el Instituto y si eso cambiaría algo entre ellas. Llego septiembre, y con ello, el inicio de las clases o el inicio del instituto. Aún con lo bueno y lo mal que se puede recordar esa época de la vida, es una gran etapa de aprendizaje.


Ana y María aprendieron de sus nuevas amistades, se dieron cuenta de que había muchas personas interesadas o temporales en la vida, nuevos chicos que te gustaran, dudas sobre si serías lesbiana... bueno lo normal, la etapa de más dudas, es la adolescencia, a fin de cuentas, como dicen los antropólogos es la etapa de empezar a ser adulto, pero siendo aún un niño para todo. Incluso en estas duras épocas de la vida, tanto Ana y María cada vez eran más amigas, a fin de cuentas, lo que no te mata, te hace más fuerte. Pues eso pasó con su relación, ni los novios, ni las amigas envidiosas de su relación, ni nadie podía hacer que Ana y María dejaran de ser amigas. La primera noche que les dejaron salir solas hasta tarde, la compartieron juntas y en un burguer jugando a juegos de mesa, uno en concreto, junglee speed. Más tarde, cuando tuvieron que elegir si estudiaban bachillerato o no, ambas decidieron que querían ser ambas biólogas y tras consultar sus opciones decidieron hacer el bachiller de ciencias de la salud. El único problema es que María, no tenía ese bachillerato en su instituto, así que, teniendo que trasladarse a alguno, donde mejor que donde estudiaría Ana. Así, nuestras chicas compartieron clase, risas, más amigos, más estrés de estudios, más horas juntas comiendo o estudiando (por practicidad, al estar más cerca la casa de Ana del instituto). Tras dos duros años y acabar al fin el bachiller con éxito, llegó la graduación, ese momento en el que por fin ambas estaban a punto, de saltar al mundo universitario donde habían pensado ya en las mil cosas que harían. Ya sabéis que antes de la universidad hay que hacer una prueba para entrar, bien pues esa prueba es durilla, seguro que muchos la habréis pasado: nervios, horas de exámenes, estrés, resultados ...y saber si entrarás o no, en base a un puñado de números. Bien, pues sabiendo un poco ya, de en qué momento estamos me toca dividir las dos respuestas.

Para Ana la respuesta fue un no y para María un sí. Como quien no quiere la cosa, la velocidad a la que va la vida, a veces, es asombrosa. Un minuto puede durar una eternidad, o volar y no durar nada, como un segundo.


Gracias por leer, el próximo mes tendréis un nuevo capitulo.

Que la ciencia y la fuerza os acompañe.


Ammu

AMANTES DE LAS CASTAÑAS, ESTE ARTICULO VA PARA VOSOTR@S

  Artículo redactado por María Cristina Quintana González. Con la llegada del frio las calles se inundan de puestos con vendedores de castañ...