Capítulo 6. ¿Y ahora qué? María se va a EE.UU.

 Terminamos el año con este capitulo, que espero os traiga como a las protagonistas cambios de aires para bien, y todo lo bueno.

¡Feliz año nuevo!

Empecemos con María. María se sacó la carrera en 4 años, y decidió hacer un máster en biodiversidad con especialización en botánica. Su pasión siempre había sido estudiar las plantas medicinales y conseguir curar a las personas, además de estudiar como las plantas podían tener tantos usos medicinales, como venenos, etc. Para ello hizo su máster de biodiversidad y al acabarlo, comenzó a buscar becas de doctorado, con sus notas encontró diversas ofertas, en España muchas eran sobre biología molecular, si hubiesen sido para Ana, pensó ella, serían idóneas. Claro que, para ella misma, era mejor una que había en Estados Unidos, concretamente en Nueva York. La oferta de la beca que encontró, implicaba: cobrar, contrato de trabajo, ayudaban con un sitio de alquiler, 4 años de experiencia y al final presentar una tesis que te llevaría a un título de doctor. Era la situación perfecta. Así que con el inglés de nivel de c1 de María, se decidió a irse a Estados Unidos a cumplir su sueño. Lo malo era dejarlo todo: familia y amigos, sobre todo pensó que Ana lo bueno es que pronto la seguiría ya que empezaba ahora su próximo nivel.

Gracias por leer. Que la ciencia y la fuerza os acompañe.

 Ammu

En 2023 seguimos...

 

 

Capítulo 5. Dos biólogas separadas por un curso.

El primer año de Ana y María en estos caminos separados, fue un poco diferente. Ana, por su parte, estuvo con su grado superior y el trabajo. María, por la suya, estuvo habituándose al nivel universitario. Como ya vimos, diferentes, pero unidas siempre. Paso un año, y al fin compartían su carrera soñada: biología. Con un año de separación, María compartió con Ana todas sus experiencias y consejos.

Por su parte, Ana se ofrecía a ayudar en todo lo que podía a su amiga. Se ayudaron y apoyaron, coincidieron en alguna asignatura, pelearon por las mismas asignaturas, pelearon por las mismas optativas (pelear en el sentido de conseguir plaza), compartieron un grupo de amigos, comidas rápidas y sin tiempo, prácticas de semanas enteras, compartieron los momentos de creer que no tenían que seguir, dudaron de sí mismas, de sus capacidades, de sus amistades, de sus amoríos... de miles de cosas. Quizás después del instituto esta sea realmente la etapa en la que te vuelves adulto. Una de las cosas que cambiaron un poco en estos años, fue que Ana encontrara a su amor (como decía su abuela) en la carrera, era un amigo de ambas y se llamaba Fabián, juntos como tantos otros biólogos. También hay que decirlo. María fue la primera que dio su consentimiento y bendición a la relación. Al final, los tres eran una piña, se llevaban a las mil maravillas. Sin embargo, con todo lo que os he contado, cada una tuvo su ritmo y evolución, María se sacó la carrera en 4 años, sin repetir nada, ni hacer sesiones extraordinarias. Mientras que Ana si la costó un poco más sacarse la carrera, tardó 6 años para hacerlo repitiendo varias asignaturas. Nuevamente dos caras de una misma moneda y siempre entre ambas una gran amistad.

María siempre quiso ser bióloga y además bióloga especializada en biología de tipo: bióloga marina, zoóloga, botánica, limnología, ornitóloga, ecóloga, etc. Vaya era una bióloga de bota. Sin embargo, Ana pensó ser médica, veterinaria, enfermera, y otras muchas profesiones con todas ellas teniendo en común la biología, quizás por eso a Ana le gustaba la biología molecular, celular, inmunología, bioquímica, fisiología, etc. Vaya una bióloga de bata. Eran dos seres tan distintos, y aun así tan sincronizados que su unión era natural, eran equilibrio. Aunque una fue en 4 años y la otra en 6 ambas consiguieron al fin, sus respectivos títulos. Lo celebraron, en sus respectivos momentos. ¿Y ahora qué?

 

Gracias por leer. Feliz Navidad y que Santa os traiga muchas personas bonitas a vuestra vida.

Que la ciencia y la fuerza os acompañe.

Capítulo 4. No entrar en la universidad.

Ana, sin embargo, no consiguió entrar en la universidad, si unos años después le hubiesen dicho que debería haber estudiado matemáticas, que en ese momento parecía una carrera que solo serviría para profesorado, es impresionante. No es verdad, por cierto, estudiar matemáticas (para aquellos que estáis leyendo/viendo esto), las matemáticas son muy útiles para todo lo que tenga que ver con: tecnología, telecomunicaciones o programación. En cualquier caso, y volviendo a nuestra protagonista Ana, la cual quería estudiar biología, como su amiga María, pero que no consiguió la nota, pues la vida la obligo a buscar un plan B.

Pensó mucho que hacer, María le ánimo a buscar el mejor plan y tras mucho pensarlo, se metió a un año de formación superior de anatomía patológica, un modelo que estaba unido a la biología y que podría darle más conocimientos. El problema es que mientras comenzaba ese curso, Ana al igual que María tuvo que enfrentarse a otros problemas. Ana, como María era una chica de clase media-baja, así que como su familia también era humilde y llegaban justillos en esa época a pagar los gastos, Ana estuvo estudiando y trabajando en la tienda de su tía de ropa. Como veis dos caras de una misma moneda. Si Ana había conseguido libros y ayudas de familiares, cosas heredadas de su hermana mayor y con algún préstamo en el que se metieron sus padres para asegurar su educación, de ella y de su hermana.

María como ya comenté, lo hacía a base de becas. La vida de la gente normal, o la más normal digámoslo así, implica estas cosas. En el momento en que María le dijo a Ana que había conseguido entrar en la universidad, ambas sintieron agridulcemente mucha felicidad, por la que entraba, y a su vez mucha infelicidad, por la que no. Aún con todo, se prometieron que un año más tarde se verían estudiando ambas la misma carrera.

Gracias por leer, el próximo episodio será de regalo de navidad ;)

Que la ciencia y la fuerza os acompañe.

Ammu