Capítulo 8. María, sus comienzos en Nueva York

La historia de María, en principio era idílica, ciudad nueva, trabajo nuevo (en el que ganaba un buen sueldo), todo parecía perfecto. Al poco tiempo, consiguió hacerse con un coche, hizo amigos rápidamente ya que había aprendido de Ana, a lo largo de los años. Pero su casera era una señora borde y muy seca que no le arreglaba nada (grifos goteando, agua que cambiaba de frío a caliente, etc), era María la que tenía que arreglar todo con su dinero. Aunque, ese era un problema pequeño, el verdadero problema de María estaba con su director de tesis. Como podemos describir a un machista, abusón, maltratador, vago y egocéntrico señor, que siempre creía llevar la razón. La descripción de Satanás ¿quizás? En principio, y citando al gran Einstein aquel que, haciendo lo mismo, espera diferentes resultados, es un tonto. Pues este señor repetía todos sus errores, y así se lo mandaba a sus trabajadores, incluyendo a María. No sería un problema si asumiera sus fallos, pero claro, este jefe era el tí...