domingo, 1 de octubre de 2023

El sonambulismo: un problema para dormir bien

 Seguramente todos hayamos oído algo del sonambulismo. Amigos nuestros, familiares o amigos de nuestros amigos que lo padecen o lo han padecido cuando eran niños. En este artículo vamos a descubrir la ciencia detrás de esta alteración del sueño. No obstante, primero os remito a otro artículo de mi compañero Jaime Mulero Franco, donde nos habla de la importancia del sueño, y las fases que presenta este proceso fisiológico tan importante para la memoria y la eliminación de sustancias tóxicas del cerebro.

Tenéis el articulo completo aquí:

https://microbacterium.es/el-sonambulismo-1-problema-para-dormir-bien

¿Qué es el sonambulismo?

El sonambulismo o noctambulismo es un trastorno del sueño, clasificado como una parasomnia, que se define como una alteración de la conducta durante el sueño. Esto está asociado con episodios breves o parciales vigilia o despertarse sin que se produzca una interrupción importante del sueño ni una alteración del nivel de vigilia diurno.

En este periodo de sonambulismo en el que las personas desarrollan actividades motoras automáticas que pueden ser sencillas o complejas mientras permanecen inconscientes y sin probabilidad de comunicarse.

En primer lugar, cabe destacar que una persona sonámbula puede salir de la cama, caminar, orinar o incluso salir de su casa. Asimismo, los sonámbulos tienen los ojos abiertos, pero no ven como cuando están despiertos, sino que suelen creer que están en otras habitaciones de la casa o en sitios completamente diferentes, porque están en fases profundas del sueño no REM. Normalmente, estas personas tienden a volver a la cama por iniciativa propia, y a la mañana siguiente no recuerdan haberse levantado por la noche.

La razón por la que se sabe que estas personas están en dicho estado del sueño se encuentran en los estudios de sus ondas cerebrales. La mejor forma de diagnosticar el sonambulismo es mediante la observación y realización de un encefalograma, mientras el paciente duerme y esperar a que tenga estos episodios. Por lo que, se sabe que estos episodios de noctambulismo, se producen durante las fases 3 o 4 del sueño no REM, es decir, la etapa denominada sueño lento o sueño de ondas lentas (SOL) [1].

¿Cuándo y por qué se da el sonambulismo?

Este trastorno del sueño es más frecuente en niños y adolescentes. Cabe destacar que, por lo general, los episodios son aislados, aunque pueden tener un carácter recurrente entre el 1-6% de los pacientes. La respuesta de por qué existe el sonambulismo, aún es una causa desconocida, y no existe tratamiento eficaz tampoco.

Ciertamente, parece que la prevalencia en niños y adolescentes se debe a que aun el cerebro está en formación. También se asocia con la fatiga, la falta de sueño y la ansiedad. En los adultos, el sonambulismo también se asocia con trastornos mentales y el uso del alcohol, sedantes u otras medicaciones como, por ejemplo, algunas medicaciones para conciliar el sueño [2].

Factores que favorecen el sonambulismo

Entre los problemas del sueños, cada uno presenta sus factores que pueden favorecer la aparición de la apnea del sueño., por ejemplo o del sonambulismo. Por tanto, os presentamos una lista de factores que según diversos estudios favorecen el sonambulismo [1, 2]:

  • Sueño insuficiente.
  • Horario de sueño irregular.
  • Padecer síndrome de apnea-hipopnea de sueño (pausas anormales en la respiración niño durante el sueño).
  • La fiebre.
  • Dormir con la vejiga llena.
  • El estrés.
  • Algunos fármacos.

¿Qué se puede hacer para prevenir los episodios de sonambulismo?

Realmente, esto se basa como en la dieta y en tantas otras cosas, en hábitos saludables, tales como tener hábitos saludables de sueño y otras recomendaciones, que veremos a continuación. Para disminuir el riesgo de sufrir un episodio de sonambulismo, es recomendable tomar las siguientes medidas [2, 3]:

  • Se debe dormir las horas suficientes, entre 7 y 8 horas diarias.
  • No se han de suprimir las siestas si la persona está acostumbrada a ello, especialmente en niños.
  • Mantener un horario de sueño regular.
  • Evitar tomar cafeína o sustancias excitantes, sobre todo antes de acostarse.
  • No beber demasiado durante la noche y orinar antes de acostarse.
  • Reducir los niveles de estrés antes de irnos a dormir y durante el día es importante.
  • Reducir los niveles de ansiedad de la persona, pues puede favorecer los episodios de sonambulismo.
  • Consultar con los especialistas si se está tomando medicación antidepresiva, que pueda modificar o alterar el sueño.
  • Evitar el consumo de alcohol dada su alteración del estado psicológico, incluido el ciclo del sueño.

¿Debemos despertar a alguien sonámbulo? ¿Sueña alguien sonámbulo?

Las dos preguntas que enuncian este apartado son dos preguntas que surgen en cuanto hablamos con alguien del sonambulismo. La primera, si debemos despertar a alguien sonámbulo o, la segunda, si la persona que se encuentra en ese estado está soñando. Estos son dos mitos muy importantes que debemos aclarar con el sonambulismo [2, 3, 4].

En primer lugar, existe una creencia muy extendida de que despertar a un sonámbulo puede causarle retraso mental, dejarlo en estado vegetativo o, incluso, provocarle la muerte. No obstante, está demostrado científicamente de que esto no es así. Lo que si sucede y es normal es que, cuando despertamos a alguien sonámbulo en mitad de uno de estos episodios, puede encontrarse confundido o desorientado durante unos segundos o minutos.

En segundo lugar, se afirma que el sonambulismo es la conversión de los movimientos físicos que efectúa el individuo en las escenas que está realizando durante su ensoñación o sueño. Sin embargo, el sonambulismo se presenta en las fases de sueño profundo (No-REM), en las que aún no hay presencia de ensoñaciones o sueños.

Por ello, los episodios de sonambulismo se parecen más a un estado alterado de consciencia en el que se tiene una visión distorsionada del entorno real con el que están interactuando, de modo que su imaginación se mezcla con lo que hay realmente a su alrededor. Según las estadísticas [1, 3], los episodios de sonambulismo suelen tener lugar durante el primer tercio de la noche, ya que es el periodo en el que son predominantes las etapas de sueño No-REM.

Algunos de los datos más destacados sobre el sonambulismo nos aclararan estos dos mitos que hemos comentado anteriormente (si se debe despertar a alguien sonámbulo y si sueñan): se sabe que el 18% de la población mundial es propensa a padecer sonambulismo; así como, la mayor prevalencia de sonambulismo de un 16,7% en niños de entre 11 y 16 años de edad; y finalmente, que algunos estudios proponen que los hombres tienden más al sonambulismo que las mujeres, mientras otros estudios, analizan que si ambos padres sufren de sonambulismo hay una probabilidad de un 60% de que el hijo sufra de sonambulismo. Por tanto, podría haber un factor genético o ambiental [4].

Síntomas de los sonámbulos

Además de lo comentado anteriormente, del sonambulismo que implica el movimiento en sueños de una persona, destaca que las actividades que realizan las personas durante la expresión del sonambulismo acostumbran a no ser muy complejas y a no requerir grandes dosis de concentración y capacidad de razonamiento. Por ello, a veces resulta sencillo comprender cuál es la tarea concreta para la cual se han levantado a la cama: barrer, hacer estiramientos de brazos, ir al baño, etc.​

Por otro lado, los sonámbulos corren más riesgo de dañarse a sí mismos que a otras personas. No obstante, existen excepciones, pues cuando los sonámbulos son un peligro para ellos mismos (cuando suben o bajan escaleras o tratan de usar una herramienta potencialmente peligrosa como una estufa o cuchillo) también pueden serlo para otros. En tales casos, se recomienda alejarlos del peligro y llevarlos nuevamente a la cama, siempre con mucha precaución si existe un riesgo potencial para nosotros. Por supuesto esto se dice, porque ha habido casos de dañarse o dañar a otros con el sonambulismo. 

Un caso, sonado en su día en el Reino Unido fue el de una mujer que subió a una grúa que se encontraba en una construcción y se durmió en uno de los extremos, teniendo que ser rescatada por los bomberos a la mañana siguiente [5].

Figura 3. Una mujer andando sobre el tejado peligrosamente. Fuente: https://quecuriosidades.com/sonambulismo-por-que-sucede/

¿Qué debemos hacer con alguien sonámbulo?

Cabe destacar que, según los médicos y personas con sonambulismo, la mejor manera de lidiar con sonámbulos de forma segura es dirigirlos directamente de vuelta a sus camas. Sin embargo, la persona puede continuar levantándose hasta que haya cumplido con la tarea que desencadenó el episodio en primera instancia. Imaginaos que, por ejemplo, un sonámbulo está limpiando, pues si la persona quiere ayudar, podría ayudar en la limpieza lo que terminará la tarea del sonambulismo, para terminar el episodio y volver a la cama. También se sabe que podemos hablar con la persona, que puede escucharnos, por lo que, con el ejemplo anterior, si se le dice a esa persona «has limpiado todo muy bien», puede ayudarle a sentir que la tarea «necesaria» por la que comenzó ese sonambulismo ha sido completada.

En general, suele dejarnos anécdotas muy divertidas. Sin embargo, tenemos más desventajas que ventajas, ya que los sonámbulos son muy sugestionables. Esto se debe a que todo lo que ven y escuchan puede activar otro comportamiento, en mitad de estos episodios. Por ejemplo, algo dicho por una persona o incluso en un programa de televisión hará que el sonámbulo quiera participar en las actividades mencionadas, siempre que sea una a la que estén acostumbrados a oír, hablar o hacer, pudiendo resultar útil preguntarle qué está tratando de lograr. No obstante, esto depende de cada persona y de cada episodio [3, 4, 5].

Figura 4. Una niña dormida de día debido a episodios de sonambulismo nocturno. Fuente: https://www.esalud.com/sonambulismo/

Algunas de las experiencias más comunes pueden llevar consigo comportamientos que se consideran vergonzosos, como orinar en lugares inapropiados, tratar de comer alimentos invisibles, limpieza de muebles que no existen o incluso, intentar bañarse o participar en relaciones sexuales. Esto se debe a que el sonámbulo no es consciente de nada de lo que está llevando a cabo, ni de donde está, lo que quiere decir que puede realizar cualquier acción por peligrosa que sea, dado que la corteza orbitofrontal que es la más relacionada con la atención y la consciencia no está en esos momentos activa [1, 3, 5].

Seguridad y tranquilidad con el sonambulismo

Es importante tomar algunas medidas para aumentar la seguridad y evitar las lesiones durante el episodio:

  • Cerrar con seguro puertas y ventanas, mediante mecanismos desconocidos para ellos, especialmente, si son niños, pero sobre todo, que sean en toda la casa para evitar riesgos.
  • Guardar las llaves de los vehículos.
  • Evitar dormir en literas o camas altas.
  • Mantener los objetos peligrosos fuera de su alcance.
  • Retirar de alrededor de la cama los objetos afilados o que puedan romperse.
  • No dejar trastos en las escaleras o en el suelo para evitar tropiezos.
  • Colocar alarmas o campanillas en la puerta de la habitación que alerten a los convivientes cuando la persona salga de la habitación.

Aunque la mayoría de las veces el sonambulismo aparece en la infancia y adolescencia y suele desaparecer cuando el niño crece, por lo que generalmente, no es necesario ningún tipo de tratamiento, si los episodios son muy frecuentes, se debe comentar con el pediatra para valorar tratamientos o no [4, 5].

Conclusión

Finalmente podemos decir que, sin duda, el sonambulismo no es un problema mental para que nos internen en un psiquiátrico. Sin embargo, es esencial conocer los antecedentes de las personas con sonambulismo y sus episodios, así como el apoyo de los profesionales médicos y psicólogos, para poder así conseguir que estos episodios se queden en las anécdotas divertidas que comentábamos y no en episodios desagradables y dañinos, para la persona sonámbula o su entorno.

Bibliografía

  1. Grupo del Sueño y Cronobiología de la AEP. 2017. Guía de Práctica Clínica sobre Trastornos del Sueño en la Infancia y Adolescencia en Atención Primaria.

2. BBC News. 2005. Articule: ‘Sleepwalker’ accused of murder‘.

3. Caballo, V. 2008. Manual de modificación y conducta. Facultad de Ciencias psicológicas de la Universidad de GUayanil.

4. Kavey, N.B.; Whyte, J.; Resor, S. R. Jr.; & Gidro-Frank, S. 1990. Somnambulism in adults. Neurology 40: 749-752 pp.

5. Lavie, P.; Malhotra ,A.& Pillar, G. 2002. Sleep disorders: diagnosis, management and treatment: a handbook for clinicians.

6. MedlinePlus. 2021. SonambulismoMedlinePlus Revista Online.

7. BBC News. 2005. Articule: Teen ‘sleepwalks to top of crane’.

Articulo que podéis encontrar en microbacterium entero también.

Que la ciencia y la fuerza os acompañe.

Podéis leer más en el glosario de neurociencia.

Articulo redactado por Ana María Morón Usero o Ammu

¿Los incendios son tan malos cómo pensamos?

Este artículo me comentaron hacerlo desde el Colegio Oficial de Biólogos de la Comunidad de Madrid, ellos sugirieron el tema y aquí lo traigo tras su publicación en Abril en su revista.

En nuestra mente humana y antropocentrista, cuando miramos a un incendio lo hacemos desde una perspectiva de amenaza, destrucción y peligro. Que lejos se nos queda y como olvidamos que el fuego fue el comienzo de consumir comida cocinada, protección ante los animales que se asustaban de él o que el fuego nos trajo la luz en mitad de las noches oscuras, además, de los maravillosos juegos de hacer sombras.

En cualquier caso, el fuego, concretamente, los incendios forestales son un problema real y actual en nuestro cuidado y gestión de la naturaleza y los ecosistemas que la componen.

Un incendio es una masa de fuego que quema un área provocando graves daños en su fauna y flora, incluidos entre ellos nuestros cultivos, jardín e incluso, nosotros los humanos, pues no dejamos de ser fauna del ecosistema. Si tenemos que destacar las cosas malas que trae o provoca un incendio, la lista se hace fácil: destrucción de la flora, destrucción de la fauna, destrucción de las construcciones, pérdidas de vida humana, humos que afectan a la salud, pérdidas de animales domésticos, ganadería y agricultura de la zona afectada, y un larguísimo etcétera (hasta un 96% de los incendios es por causa humana). Sí, esto es puramente antropocentrista, ahora veremos la pérdida o ganancia ecológica del ecosistema.

¿Por qué los incendios?

Para aclarar por qué actualmente, se suceden tantos incendios solo hace falta tener en cuanta una lista de factores que se suman sin descanso haciendo una montaña, que nosotros vemos como problema en los incendios. La lista se compone de: incendios provocados, incendios accidentales, descuido de las zonas verdes, diversas olas de calor, escasas precipitaciones o falta de lluvias, el éxodo rural y abandono de los ecosistemas (sin pastoreo, sin agricultura, sin cuidado de los ecosistemas, estos son propensos a incendios). El aumento desde el siglo pasado este asociado a todos estos factores. Los estudios más actuales estiman que en las 3 últimas décadas han aumentado en 16 incendios al año en la Península Ibérica.


¿Es beneficioso un incendio?

Como comencé este artículo, nuestra mente humana y antropocentrista se centra en algunos aspectos y olvida otros, no solo de los orígenes de que nos dio el fuego, sino que el fuego ya estaba aquí antes que nosotros y los incendios también. La madre naturaleza es mejor que cualquier reloj y maquinaria inventada, nunca existirá una inteligencia artificial que tenga tan desarrollados todos los mecanismos, para guardar un equilibrio tan perfecto y a su vez tan frágil, bueno quizás sí, solo necesita unos 4,543 miles de millones de años, que es lo que lleva la Tierra en construcción y evolución constante.

Los aspectos positivos que encontramos en los incendios dentro de los ecosistemas ibéricos, según algunos científicos son tales que podemos decir que sin incendios no habría vida en la Tierra. En la península ibérica en verano se producen diversos incendios que sin lugar a dudas pueden parecernos como hemos comentado previamente, algo negativo. No obstante, veremos a continuación que no lo es tanto y que, de hecho, hemos evolucionado para que sea así.

Los incendios en Portugal y España (entorno de Doñana o Galicia, son los casos más sonados), sin duda parecen catástrofes, aunque comparado con otras partes del mundo, no lo es. Una de las razones de nuestro planeta Tierra para provocar incendios (antes de nuestra llegada al mundo), ya existían para poder así contribuir al ciclo del carbono y de la vida. Por tanto, el ciclo del carbono concentrado en los organismos vivos en muchos casos necesita que se produzcan los incendios liberando el carbono de estos organismos (fauna y flora) al ecosistema, conformando los ciclos biogeoquímicos, esas energías invisibles que permiten que los ecosistemas sean tan bellos como los vemos. Para que se entienda mejor son por así decir, los productores y guionistas que crean esa película ganadora de Oscars (si queréis conocer el ciclo os referencio un video a mi canal de Youtube: Ammu Neuroscience&Biology, donde lo explico).

De esta manera, el fuego es esencial para poder generar vida, biodiversidad y para mantener así el ciclo del carbono en funcionamiento. Uno de los países que más se quema es África, justo el país más biodiverso del mundo.

Evolución de los bosques mediterráneo:

En la Península Ibérica la adaptación al fuego se refleja en sus maravillosas fauna y flora. Destacamos al pino blanco (Pinus montícola) y pino salgareño (Pinus nigra) son especies de pinos que libera sus piñas de sus ramas y tiene un ciclo biológico que necesita del fuego para que sus piñas se abran y se dispersen las semillas con el calor de los incendios, generando así nuevos pinos (se estima que pueden aguantar 50 años o más sin germinar o sin romperse sus piñas, esperando el incendio). Otros pinos adaptados son: Pinus pinea, Pinus silvestris, etc.

También, tenemos el ejemplo de otros árboles del género Quercus, como el alcornoque o Quercus suber, Quercus faginea, Quercus humilis, Quercus petraeaQuercus pyrenaicaQuercus roburQuercus rubra, árboles de porte medio, de hoja perenne, originarios de Europa y del norte de África, que presenta su magnífico tronco recubierto de corcho que los protege del fuego.

Por todo ello, los científicos apoyan la idea de que los incendios son necesarios y llevan mucho tiempo en la Tierra sucediéndose sin ayuda nuestra, dado que las plantas han evolucionado para poder afrontarlos en aquellos lugares donde suceden, ayudando al crecimiento de la biodiversidad.

El crecimiento de la biodiversidad puede parecernos ilógico, dado que hay una previa destrucción del ecosistema, esto se debe al proceso de sucesión ecológica que acompaña al ciclo del carbono que renutrimos al liberar carbono.

Un papel imprescindible, por tanto, el de los incendios para mantener nuestros ecosistemas en la Península Ibérica. Comparativamente los bosques boreales son más lentos y tardan mucho en tener incendios. En África son mucho más comunes y presentan regeneraciones rápidas. Nosotros no estamos, ni en un extremo ni en otro, estamos entre estos dos extremos, con adaptaciones, pero no tanto como áfrica ni estamos tan poco adaptados como los boreales.

La sucesión ecológica suceda, este concepto se refiere a este proceso de reconstrucción que necesita de una sucesión ecológica secundaria aparece cuando ha habido una sucesión regresiva en el ecosistema. Dicho ecosistema ha podido ser eliminado por incendios, inundaciones, enfermedades, talas, cultivos, etc. En la sucesión secundaria se da en lugares cuyas características dependen de las comunidades previas o de la situación anterior a la perturbación. Los residuos o legados son aquellos organismos, en ocasiones vivos, que proceden de la comunidad previa, incluyendo estas especies que comentábamos que se adaptaron para sobrevivir y germinar con el calor en el ecosistema mediterráneo.  A mayor cantidad de residuos mayor velocidad de sucesión o recuperación, influyendo su abundancia de residuos que amortiguará la diferencia que habrá entre las condiciones previas y posteriores a la perturbación. Funcionan como fuente de nuevas especies, aumentan la heterogeneidad del ambiente y además disminuyen la pérdida de suelo y nutrientes, es decir, que aumentan la biodiversidad.

Es por esto, que se habla de ciclo del carbono o ciclo de la vida, como nos recordaba el Rey León el ciclo de la vida, se basa en el león que se alimenta del antílope, que come la hierba y las hojas de árboles o arbustos, pero cuando ambos mueren dan alimento a la hierba nuevamente, para así estar todos conectados en el ciclo de la vida o el ciclo del carbono que comentábamos antes (cuanta sabiduría en Mufasa ver video).

Gestionar los incendios

No podemos evitar que haya incendios, pero evidentemente tenemos que ayudar al medio ambiente en como gestionamos los mismos. Para ello es esencial investigar y medir:

-       El cuándo y con qué frecuencia pueden suceder o deberíamos provocar pequeños incendios, para evitar daños mayores.

-       El cuánto, es decir, la cantidad o qué necesita el ecosistema que se queme (en un fuego no controlado, se puede destruir más de lo deseado).

-       El dónde se hace, si es provocado cerca de las poblaciones humanas o en ámbitos donde la fauna o flora este recién creciendo, así como en lugares que no puedan permitir el escape de las llamas de la fauna (os remito a la película de Bambi, ver un video donde hablo de ello).

Además, debemos tener en cuenta la historia del terreno pasada, actuar sobre la presente y ayudar en la medida de lo posible en el futuro. El uso de ForeStereo es un avanzado sistema patentado por el INIA que permite realizar mediciones forestales a través de pares de imágenes estereoscópicas con cámaras de ojo de pez, pueden ayudarnos a este tipo de estudios.

Los datos acompañan a que los 5-10 primeros años tras un incendio, presentan los mayores niveles de biodiversidad que se estabilizan hasta los 15-30 años, antes de que suela llegar un nuevo fuego. Si se quema antes de lo debido nuevamente, puede influenciar en una pérdida de biodiversidad.


Finalmente, todos los expertos apuntan a que necesitamos precisar en mejorar la gestión e investigar más, para poder colaborar y preservar lo mejor posible nuestros ecosistemas, aunque la evolución y las adaptaciones están ahí, es también tarea nuestra que se cuiden los montes para evitar más incendios que los que la madre naturaleza vea necesarios en este proceso natural que son los incendios.

 

Bibliografía:

https://environmentgo.com/es/efectos-de-los-incendios-forestales/

https://www.europapress.es/sociedad/medio-ambiente-00647/noticia-cuales-son-principales-causas-incendios-forestales-20170904140511.html

https://blog.energygo.es/incendios-forestales-causas-principales/

https://ecotoxsan.blog/2018/03/19/la-importancia-del-fuego-en-los-bosques-mediterraneos/

https://www.ambientum.com/ambientum/medio-natural/como-proteger-los-bosques-mediterraneos-de-los-incendios.asp

https://theconversation.com/como-podemos-proteger-los-bosques-ancestrales-mediterraneos-de-los-incendios-157646,

https://theconversation.com/como-podemos-proteger-los-bosques-ancestrales-mediterraneos-de-los-incendios-157646

https://www.investigacionyciencia.es/revistas/investigacion-y-ciencia/fuego-y-vida-510/fuego-y-evolucin-en-el-mediterrneo-498

https://www.lavanguardia.com/vida/junior-report/20220719/8415503/incendios-forestales-acaban-biodiversidad.html

https://www.lavanguardia.com/participacion/las-fotos-de-los-lectores/20220724/8422573/90-incendios-forestales-son-provocados-humano.html

https://www.lavanguardia.com/vida/20220818/8472188/malas-practicas-agricolas-destacan-causas-incendios-forestales.html

 Podéis leer mucho más en el glosario de botánica y micología.

 Que la ciencia y la fuerza os acompañe.

Articulo escrito por Ana María Morón Usero o Ammu

AMANTES DE LAS CASTAÑAS, ESTE ARTICULO VA PARA VOSOTR@S

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