DINOSAURIOS CHILENOS, ARGENTINOS Y LATINOAMERICANOS: LOS GIGANTES DEL SUR
Artículo redactado por Jesús Mesian.
¡Buenas a todos ammucuriosos! ¡Cuánto tiempo sin pasarme por aquí!
Hoy no usaremos la máquina del tiempo, está estropeada…así que os hablaré yo mismo sobre el tema de hoy. Tomad papel y bolígrafo que vais a querer apuntar lo que os cuente.
Durante millones de años, el hemisferio sur fue el hogar de algunos de los dinosaurios más extraordinarios que hayan existido. Mientras que el norte tenía al famoso Tyrannosaurus rex, en Sudamérica caminaban titanes iguales o incluso más imponentes.
Chile, Argentina, Brasil y otros países latinoamericanos esconden bajo su suelo los rastros de un pasado donde el continente fue un verdadero reino de gigantes.
EL ESCENARIO DEL SUR PREHISTÓRICO
Hace más de 100 millones de años, Sudamérica formaba parte de Gondwana, un supercontinente que reunía también a África, la Antártida, Australia e India.
Cuando comenzó a separarse, Sudamérica quedó aislada, y esa soledad geográfica permitió la evolución de faunas únicas diferentes a las del resto del mundo.
En aquel vasto laboratorio natural prosperaron dinosaurios de
todo tipo, desde colosales herbívoros, feroces depredadores y criaturas tan
raras que aún desconciertan a los científicos.
Figura 1. Mapa de la Tierra con Gondwana y
Laurasia
Figura 2. Gondwana antes y después de su seperación
ARGENTINA:
LA TIERRA DE LOS TITANES
Argentina se ha ganado a pulso el título de “capital mundial de los dinosaurios gigantes”. En su extensa Patagonia se han descubierto algunos de los ejemplares más grandes de la historia, veamos algunas especies como ejemplo.
PATAGOTITAN MAYORUM
Figura 3. Reconstrucción de Patagotian mayorum. Artista: Adrián Blázquez
Patagotitan mayorum ("titán de la Patagonia de la familia Mayo") es la única especie conocida del género de dinosaurio saurópodo titanosauriano Patagotitan, que vivió a mediados del período Cretácico, hace aproximadamente 101 millones de años durante el Cenomaniense, en lo que hoy es Sudamérica. Sus restos se hallaron en la Formación Cerro Barcino, en la provincia de Chubut, Argentina, en el centro de la Patagonia argentina.
Patagotitan mayorum es una pieza clave para explicar el gigantismo de los titanosaurios patagónicos. En un video, José Luis Carballido y Diego Pol, contaron sobre el hallazgo, en los laboratorios del Museo Paleontológico Egidio Feruglio. Al igual que otros saurópodos titanosaurianos, Patagotitan era un herbívoro cuadrúpedo con un cuello y una cola largos y se destaca por su gran tamaño.
Esta especie fue descrita originalmente junto con su género, en el año 2017 por los investigadores José L. Carballido, Diego Pol, Alejandro Otero, Ignacio A. Cerda, Leonardo Salgado, Alberto C. Garrido, Jahandar Ramezani, Néstor R. Cúneo y Javier M. Krause.
GIGANOTOSAURUS CAROLINII
Figura 4. Recreación de Giganotosaurus Carolinii. Artista: Dmitry Bogdanov
Giganotosaurus carolinii (gr. γίγας [gigas]
'gigante', νότος [notos] 'sur' y –σαύρος [–saurus]
"lagarto gigante del sur, de Carolini") es la
única especie conocida del género extinto Giganotosaurus de dinosaurio terópodo carcarodontosáurido,
que vivió hace entre 99 a 95 millones de años, en el Cenomaniano (inicios
de la época Cretácico Tardío) en lo que hoy es
la Patagonia Argentina.
Es uno de los mayores terópodos conocidos; se cree que alcanzaba
longitudes de entre 12 a 13 m, con un cráneo de posiblemente de más de
1,60 m de largo y un peso aproximado de entre 7 a 8 toneladas. Este
género ha interesado mucho a la comunidad científica y popular debido, entre
otras razones, a su gran tamaño, convirtiéndose en parte de un intenso debate
científico acerca los tamaños máximos que pueden alcanzar los dinosaurios
terópodos. Debió ser el depredador más grande de su época, ubicándose
en la cima de la cadena alimenticia. Es probable que haya depredado una
amplia gama de animales saurópsidos, incluyendo hasta
gigantescos saurópodos titanosaurianos. Tenía como herramienta
de rastreo su agudo olfato y como principal arma de ataque sus grandes fauces
dotadas de largos y achatados dientes con bordes dentados, especializados para
cortar y desgarrar profundamente la carne de sus víctimas.
El descubrimiento de un esqueleto casi completo de esta especie ha entregado el material fósil suficiente para investigar en detalle algunos aspectos de su biología, como su capacidad de termorregulación y su anatomía cerebral; además de sus capacidades biomecánicas, como la fuerza de mordida y la velocidad potencial. Posiblemente se haya tratado de un organismo homeotermo y, por lo tanto, un animal con un estilo de vida activo y de crecimiento más rápido que un reptil de sangre fría.
AMARGASAURUS CAZAUI
Figura
5. Amargasaurus cazaui. Artista: Nobu Tamura
Amargasaurus cazaui ("reptil de Amarga del Dr.
Luis B. Cazau") es la única especie conocida
del género extinto Amargasaurus de dinosaurio saurópodo dicreosáurido,
que vivió a principios del período geológico Cretácico Inferior,
entre 129 a 122 millones de años, entre el Barremiano al Aptiano,
en lo que hoy es Sudamérica. Amargasaurus se encuentra
cercanamente emparentado con el dinosaurio africano más antiguo, el Dicraeosaurus.
Al igual que este presenta grandes espinas neurales bífidas, aunque
en Amargasaurus son de mayor tamaño. El esqueleto está casi completo,
incluyendo un cráneo fragmentario, haciendo de Amargasaurus uno de
los saurópodos más conocidos desde el Cretácico inferior. Era pequeño para un
saurópodo, alcanzando de 9 a 10 metros de longitud. Su principal
característica eran dos filas paralelas de altas espinas en su cuello y la
espalda, más altas que en cualquier otro saurópodo conocido. No está claro si
estas espinas tenían velas de la piel o sobresalían del cuerpo como estructuras
solitarias con una vaina de queratina. Podrían haber sido utilizado para la
visualización, combate o defensa.
Amargasaurus fue descubierto en rocas sedimentarias de la formación La Amarga, que data entre el Barremiense y el Aptiense temprano de la época del Cretácico Inferior. Compartió su entorno con al menos otros tres géneros de saurópodos, que podrían haber explotado diferentes fuentes de alimentos con el fin de reducir la competencia. Amargasaurus probablemente se hubiese alimentado a media altura, como se muestra por la orientación de su oído interno y la articulación de las vértebras del cuello, lo que sugiere una posición habitual del hocico entre unos 80 centímetros y de 2,7 metros por encima del suelo. Dentro de Sauropoda, Amargasaurus está estrechamente relacionado con los géneros del Jurásico Dicraeosaurus, Brachytrachelopan y Suuwassea. Juntos, estos géneros forman la familia Dicraeosauridae, que difieren de otros saurópodos en mostrar cuellos muy cortos y pequeños tamaños de cuerpo.
Cada nuevo hallazgo argentino no sólo amplía nuestro conocimiento sobre los dinosaurios, sino que también refuerza el papel de la región como epicentro de la palentología mundial.
CHILE: ENTRE DESIERTOS Y MONTAÑAS
Aunque su geografía extrema dificulta las excavaciones, Chile
también ha sorprendido al mundo con con descubrimientos únicos.
En el árido Desierto de Atacama se han hallado fósiles
que demuestran la existencia de ecosistemas costeros y terrestres repletos de
vida durante el periodo Cretácico.
El más destacado es Chilesaurus diegosuarezi, un
dinosaurio tan peculiar que fue apodado “el ornitorrinco de los dinosaurios”.
Otro hallazgo notable es Arackar licanantay, un saurópodo encontrado
cerca de Copiapó que vivió hace unos 66 millones de años, justo antes
del impacto que acabó con la era de los dinosaurios.
Conozcamos un poco más de estas dos especies:
CHILESAURUS DIEGOSUAREZI
Chilesaurus diegosuarezi es la única especie conocida del género extinto Chilesaurus de dinosaurio que vivió durante el Jurásico Superior, hace 150-146 millones de años en lo que es hoy Sudamérica. Sus fósiles fueron descubiertos en la localidad de Mallín Grande, comuna de Chile Chico, región de Aysén, en Chile. Al momento de su descripción, se le consideró uno de los escasos terópodos herbívoros conocidos por fuera de los celurosaurios. Tiene una inusual combinación de rasgos de terópodos, ornitisquios y sauropodomorfos, por lo que este género tiene importantes implicaciones para el entendimiento de la evolución de los dinosaurios, tales como la división tradicional entre saurisquios-ornitisquios o como apoyo a la propuesta alternativa del grupo Ornithoscelida. Según los fósiles encontrados en la Formación Toqui, Chilesaurus coexistió con otro terópodo de tamaño pequeño, crocodiliformes basales, y dinosaurios saurópodos tanto diplodócidos como titanosaurianos y, posiblemente, brachiosáuridos.
Chilesaurus medía unos 3,2 metros de la nariz a la cola. La pequeña cabeza tiene dientes pequeños, en forma de espátula apuntando oblicuamente hacia delante. Esta dentición, única en los terópodos, es típica de un herbívoro, indicando que Chilesaurus se alimentaba de plantas, una adaptación muy inusual en terópodos, ya que la mayoría eran carnívoros.
Los primeros fósiles de Chilesaurus, una vértebra y una costilla, se descubrieron el 4 de febrero de 2004 en la localidad de Mallín Grande, comuna de Chile Chico. El holotipo, SNGM-1935, se encontró en una capa de la Formación Toqui, que data de finales del Titoniense. Se compone de un esqueleto de un individuo juvenil bastante completo y articulado, con el cráneo, pero que carece de los pies y la mayoría de la cola.
ARACKAR LICANANTAY
Figura 7. Dibujo digital de los dos saurópodos oficiales de Chile, Atacamatitan chilensis y Arackar licanantay. Autor: Carlost_sapiens
Arackar licanantay (kuz. "huesos de los atacameños") es la única especie del género extinto Arackar de dinosaurio saurópodo titanosaurio, posiblemente parte de los saltasáuridos, que vivió a finales del período Cretácico, hace aproximadamente entre hace 83.3 y 66 millones de años entre el Campaniense y el Maastrichtiense, en lo que es hoy Sudamérica.
El holotipo SNGM-1/1-23 consiste en un esqueleto parcial compuesto de elementos axiales y apendiculares, incluyendo varios fragmentos no identificados. Estos pertenecen a un individuo subadulto con una longitud estimada en 6.3 metros.
El espécimen holotipo fue descubierto a 75 km al sur
de Copiapó por C. Arévalo en 1993, y más tarde en
febrero de 1994 fueron excavados y recolectados por C. Arévalo y A.
Rubilar. Los restos pertenecen a capas de la Formación Hornitos en Chile que
datan del Cretácico Superior, entre el Campaniano al Maastrichtiano.
Actualmente es el ejemplar más completo de saurópodo encontrado en Chile.
Adicionalmente, se han hecho otras 3 expediciones al sitio en
2006, 2007 y 2011, resultando en el descubrimiento de un espécimen extra
preservado en condiciones similares separado por unos 100 metros del holotipo.
Arackar fue colocado en Titanosauria dentro
de Lithostrotia, como taxón hermano de Isisaurus formando
un clado junto con Rapetosaurus, posiblemente dentro
de Saltasauridae.
BRASIL
Y OTROS RINCONES DEL CONTINENTE
Brasil también ocupa un lugar clave en el mapa paleontológico. En la Formación Santana, un sitio excepcionalmente preservado, se han hallado criaturas fascinantes como:
IRRITATOR CHALLENGERI
Figura 8. Recreación de Irritator challengeri. Autor: Fred Wierum
Irritator challengeri es la única especie conocida del género extinto Irritator (Irritante) de dinosaurio terópodo espinosáurido, que vivió a mediados del período Cretácico, hace aproximadamente 110 millones de años, en el Albiense, en lo que hoy es Sudamérica. Encontrado en la Formación Santana, en Brasil, se conoce por solo un cráneo parcial al que le falta la porción anterior. Este género es considerado por muchos como un sinónimo de Angaturama limai, que viviera en el mismo lugar y sitio que el Irritator. Los restos de este curiosamente parecen terminar el cráneo de Irritator, significando que podrían pertenecer al mismo espécimen. La especie tipo, I. challengeri, fue nombrada por el personaje de la novela de Sir Arthur Conan Doyle, El mundo perdido, el Profesor Challenger.
Incluso según las estimaciones de tamaño máximo, Irritator era más pequeño que otros espinosáuridos conocidos. Gregory S. Paul calculó su longitud en 7,5 metros y su peso en 1 tonelada. Thomas R. Holtz Jr. publicó una estimación más alta de 8 metros, con un peso entre 0,9 y 3,6 toneladas. Las estimaciones de Dougal Dixon fueron menores a 6 metros de largo y 2 de alto. Cuando fueron ampliados por Aureliano y sus colegas, las reconstrucciones del estudio de Sales y Schultz proporcionaron una longitud de 6,5 metros para el holotipo Irritator challengeri y 8,3 metros para el de Angaturama limai.
SANTANARAPTOR PLACIDUS
Figura 9. Ilustración de Santanaraptor placidus. Autor: TheMingau
Santanaraptor placidus es la única especie conocida del género extinto Santanaraptor («rapaz de la Formación Santana») es un género de dinosaurio terópodo celurosauriano, que vivió a mediados del período Cretácico, hace aproximadamente 108 millones de años, en el Albiense, en lo que es hoy Sudamérica. Encontrado en la Formación Santana de Pernambuco, Piauí y Ceará cerca del poblado de Santana do camiri al noreste de Brasil. Fue un pequeño carnívoro de alrededor del 1,25 metros de largo y se basa en el holotipo MN 4802-V, un ejemplar juvenil, que consiste en tres vértebras 3 caudales con cheurón, isquion, fémur, tibia, fíbula, pie, y tejido suave. Los fósiles de tejido blando epidermis, fibras de músculos y posiblemente vasos sanguíneos. Estos proporcionan poca información sobre su apariencia general. Sin embargo, definitivamente era un celurosaurio, y algunos de sus detalles sugieren que podría ser un miembro de los tiranosauroides. Se presume que es similar a Dilong y Guanlong en que tenía brazos largos, manos con tres dedos y patas traseras delgadas. El nombre genérico proviene de la formación donde fue encontrada, particularmente abundante en pterosaurios y la especie, Santanaraptor placidus, se la bautizo en honor a Placido Cidade Nuvens fundador del Museo de Santana do Camiri.
La especie tipo es S. placidus, descrita por primera vez por Kellner en 1999 y originalmente considerada un maniraptor. Sin embargo hoy se lo considera un celurosaurio basal debido a varias particularidades encontradas en el fémur.
En Perú, Bolivia y Venezuela, los paleontólogos han descubierto huellas, huevos y esqueletos que completan la diversidad del pasado sudamericano demostrando que este continente fue un mosaico de ecosistemas, desde selvas húmedas hasta llanuras áridas.
EL
AISLAMIENTO QUE CREÓ LA DIFERENCIA
El aislamiento geográfico de Sudamérica durante millones de años permitió que sus dinosaurios evolucionaran sin influencia externa, esa independencia dios origen a formas de vida únicas adaptadas a un entorno cambiante y diverso.
Hoy gracias a nuevas tecnologías (como la paleontología digital, la impresión 3D y el análisis químico de fósiles) los científicos pueden llegar a reconstruir con notable precisión cómo eran, cómo se movían y qué comían estos gigantes del pasado
Figura 10. Imágenes de paleontología digital, la impresión 3D y el análisis químico de fósiles
UN LEGADO BAJO NUESTROS PIES
La paleontología latinoamericana vive un momento de auge. Cada año aparecen nuevos fósiles que amplían el mapa de la vida prehistórica en el hemisferio sur.
Estos descubrimientos no sólo cuentan la historia de los dinosaurios, sino la del propio continente: un territorio que alguna vez fue salvaje, cálido y rebosante de vida.
CONCLUSIÓN:
El legado de los dinosaurios latinoamericanos es un recordatorio de que la región fue, y sigue siendo, un lugar de maravillas naturales.
Entre desiertos, montañas y selvas, los huesos del pasado nos invitan a seguir explorando, aprendiendo y cuidando el planeta que heredamos de esos antiguos colosos. Porque los gigantes del sur tal vez desaparecieron hace millones de años, pero su historia continúa inspirando a quiénes miran la Tierra con curiosidad.
Así que la próxima vez que miréis las montañas de la Patagonia o el Desierto de Atacama, recordad: bajo vuestros pies podrían descansar los huesos de un gigante del sur.
Podéis aprender más de geología en este glosario que os llevará a otros artículos del blog relacionados; o leer todos los artículos de Jesús Mesian aquí.
ENLACES:
https://www.deviantart.com/themingau/art/Santanaraptor-paleoart-884403035
https://es.wikipedia.org/wiki/Santanaraptor_placidus
https://www.instagram.com/p/C5bXhJbArNh/
https://es.wikipedia.org/wiki/Arackar_licanantay
https://es.wikipedia.org/wiki/Irritator_challengeri
https://es.wikipedia.org/wiki/Chilesaurus_diegosuarezi
https://es.wikipedia.org/wiki/Amargasaurus_cazaui
https://es.wikipedia.org/wiki/Giganotosaurus_carolinii
https://www.ecured.cu/Gondwana#/media/File:Gondwana.jpg
https://www.esascosas.com/gondwana/
https://www.artstation.com/artwork/BXebrD
https://es.wikipedia.org/wiki/Patagotitan_mayorum
Artículo editado por Ana María Morón Usero, creadora del proyecto Ammu Neuroscience and Biology.
Más sobre el autor:
Jesús Mesian es un aficionado y apasionado de la paleontología y los dinosaurios, en su canal de twitch (@lacocinadesanji) lee noticias de paleontología y a leído muchos de los libros de Francesc Gascó (@pakozoico o @dinozoic) para ayudar a divulgar sobre estos temas que tanto le gustan. Ha querido colaborar con el proyecto de Ammu Neuroscience en este artículo.
Que la ciencia y la fuerza os acompañe.
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