Revolución sostenible: así será el laboratorio del futuro

  Artículo redactado por Cristina Aranda Sánchez.

En el corazón de la ciencia, los laboratorios juegan un papel fundamental en el avance del conocimiento, la innovación médica o la investigación ambiental entre otras áreas. Pero paradójicamente, estos templos del progreso también generan un impacto ambiental significativo (Podéis ver en este blog la importancia de los biólogos y la educación ambiental para la sociedad). Desde el elevado consumo energético (Podéis leeros unos consejos que comentamos del ahorro de la energía) hasta la generación masiva de residuos plásticos, el laboratorio es uno de los espacios más intensivos en recursos por metro cuadrado.

Imagen Portada. Creada por Cristina Aranda con ChatGPT

Es hora de hacernos una pregunta incómoda pero necesaria: ¿puede ser sostenible un entorno diseñado para experimentar, consumir y desechar?

· El problema: laboratorios con huella de carbono desproporcionada

Una huella de carbono desproporcionada se refiere a situaciones donde ciertas personas, empresas o sectores generan una cantidad de emisiones de gases de efecto invernadero significativamente mayor que la que correspondería a su tamaño o actividad. Un laboratorio consume entre 3 y 10 veces más energía por metro cuadrado que una oficina convencional. Gran parte de esta energía va destinada a sistemas de ventilación, congeladores de ultra baja temperatura (ULT), campanas de extracción y equipos que no se apagan nunca.

A esto se suma el uso masivo de plásticos de un solo uso, especialmente en laboratorios biomédicos y microbiológicos, donde la esterilidad es prioritaria. Pipetas, tubos Eppendorf, placas de Petri, guantes… todo acaba en residuos no reciclables por estar potencialmente contaminados.

Y aunque la investigación es vital, debemos cuestionar: ¿cuánto de este consumo es realmente inevitable y cuánto responde a hábitos obsoletos?

Diagrama

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Imagen 1. Huella de carbono. Fuente: https://blog.signus.es/sabes-que-es-la-huella-de-carbono/

·     Soluciones reales: sostenibilidad sin sacrificar la ciencia

Ser sostenible en el laboratorio no implica renunciar a la precisión, la seguridad ni la eficiencia. Al contrario, invita a repensar procesos para hacerlos más inteligentes y responsables. Aquí algunos pasos clave:

▪ Repensar el uso energético

  • Descongeladores más eficientes: ajustar la temperatura de los ULT de -80 °C a -70 °C puede reducir el consumo hasta en un 30% sin comprometer la integridad de las muestras.
  • Apagado automático: muchos equipos permanecen encendidos por costumbre. Programar apagados o usar regletas inteligentes marca la diferencia.
  • Iluminación LED y sensores de movimiento: un cambio básico, pero potente.

▪ Reducción de residuos

  • Reutilización responsable: algunos materiales, como los racks de pipetas, pueden ser autoclaveados y reutilizados.

·       Sistemas de reciclaje especializados: aunque no todo se puede reciclar, existen ya empresas que recogen y tratan residuos plásticos de laboratorio de forma segura. Uno de los errores más comunes es creer que reciclar es suficiente. Pero según la jerarquía de gestión de residuos, lo más sostenible no es reciclar, sino:

  1. Reducir: evitar generar residuos desde el diseño.
  2. Reutilizar: buscar ciclos internos.
  3. Reciclar: solo si las dos anteriores no son posibles.
  4. Valorizar: extraer energía o materiales útiles.
  5. Eliminar: el último recurso.

Ejemplo práctico:

Si cada técnico de laboratorio reduce en un 10% el número de tubos de ensayo que utiliza por semana ajustando volúmenes o planificando mejor sus ensayos, al cabo de un año el ahorro en residuos plásticos puede ser de cientos de kilos por centro.

  • Compra consciente: ¿realmente necesitamos ese pack de 500 tubos? ¿Podemos comprar a granel, compartir con otros grupos o negociar envases más sostenibles?

Un juguete de una persona

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Imagen 2. Imagen del estudio de plantas en laboratorio. Fuente: https://indcar.es/indcar-apuesta-por-la-reduccion-y-reciclaje-de-residuos/ 

▪ Formación y cultura sostenible

  • La sostenibilidad no se implanta por decreto: se cultiva. Hacer partícipes a técnicos, investigadores y personal de limpieza es clave.
  • Crear un “Green Lab Team” o comité de sostenibilidad interno ayuda a canalizar ideas, aplicar buenas prácticas y evaluar el impacto. Además divulgar sobre ello y hacer consciente a la población, es fundamental. Sin el planeta no somos nadie, y todos deberíamos aportar nuestro granito de arena en casa o en el trabajo.

· Certificaciones y estándares: hacia el reconocimiento institucional

Existen iniciativas como My Green Lab, que ofrecen certificaciones basadas en evaluaciones de impacto ambiental. También hay estándares como LEAF (Laboratory Efficiency Assessment Framework), impulsado por universidades como la de Londres, que permiten cuantificar mejoras sostenibles.

Más allá del marketing verde, estas certificaciones son una forma de visibilizar el compromiso institucional y motivar cambios duraderos.

·     El papel de los técnicos y el personal de apoyo

En muchas ocasiones, son los técnicos de laboratorio quienes conocen mejor los flujos de trabajo, los equipos y los residuos generados. Su papel no solo es esencial en la operativa, sino también en la implementación de medidas sostenibles: escucharlos, formarles y darles herramientas es una inversión estratégica. Pequeños gestos hacen la diferencia (recordar el blog de prevención de riesgos laborales). Te pongo algunos ejemplos:

  • Guardar los guantes limpios que se usan para manipulación no contaminante (por ejemplo, abrir y cerrar un armario) y darles más de un uso.
  • Revisar la configuración por defecto de los equipos: ¿la campana funciona a máxima velocidad, aunque no se use? ¿el baño María está siempre encendido?
  • Rotular correctamente los residuos para evitar que residuos no contaminados terminen como peligrosos por error.
  • Usar temporizadores para hornos, baños o estufas que no requieren estar encendidos durante la noche.

Dato curioso:

Un baño María encendido las 24 horas durante un año puede generar un coste de más de 300 € en electricidad por unidad.

·  El futuro: biotecnología circular y laboratorios de bajo impacto

Imaginemos un laboratorio donde los medios de cultivo se producen a partir de residuos alimentarios, los plásticos se biodegradan en semanas y la energía proviene exclusivamente de fuentes renovables. Puede sonar utópico, pero ya hay centros que lo están haciendo realidad.

Hoy en día, cada vez surgen más tecnologías que ayudan a avanzar hacia laboratorios más sostenibles.

Podéis aprender más sobre la biotecnología en este blog.

Interfaz de usuario gráfica, Icono

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Imagen 3. Separación de residuos. Fuente: https://www.elquintopoder.cl/ciencia/para-que-el-consejo-de-conicyt/

1. Bioplásticos y materiales inteligentes

Los consumibles clásicos de laboratorio, como placas, tubos o cajas Petri, están siendo sustituidos por plásticos de base biológica. Estos se fabrican a partir de:

·       Almidón de maíz o patata (PLA – ácido poliláctico)

·       Cáscaras de marisco (quitosano con propiedades antibacterianas)

·       Algas y celulosa bacteriana (flexibles y compostables)

·       Caña de azúcar (PE verde)

Además, hay líneas de investigación que desarrollan plásticos programables para biodegradarse tras un tiempo determinado o en presencia de ciertas condiciones ambientales (enzimas, pH, temperatura).

🔍 Ejemplo actual:
Empresas como Ecovative o NatureWorks están colaborando con laboratorios para crear materiales de un solo uso que se compostan en 30 días, incluso con residuos biológicos leves.

2. Energía limpia y autogestionada

El futuro laboratorio no dependerá de la red eléctrica convencional, sino que será autosuficiente o conectado a microredes sostenibles:

·       Paneles solares integrados en techos, ventanas o incluso en equipos.

·       Baterías de flujo redox para almacenar energía durante la noche sin materiales tóxicos.

·       Sensores IoT (Internet of Things) que regulan el consumo en función de la actividad y la ocupación.

🔍 Ejemplo real:
El laboratorio de ciencias de la Universidad de Nottingham tiene un sistema de ventilación inteligente que reduce el consumo un 60% sin afectar la calidad del aire.

 3. Medios de cultivo circulares

Los medios de cultivo microbiológicos y celulares están en proceso de reinvención: cultivos elaborados a partir de residuos alimentarios, aguas grises, o subproductos agrícolas.

·       Agar-agar regenerativo: obtenido de algas criadas en acuicultura circular.

·       Medios de cultivo enriquecidos con residuos de cerveza, vino o leche.

·       Sueros y lisados obtenidos de células animales cultivadas éticamente, sin mataderos.

🔍 Proyecto pionero:
La startup Geltor produce colágeno y proteínas para cultivo celular a partir de microorganismos, evitando el uso de sueros animales (como el FBS, tan común como controvertido).

 4. Digitalización total: sin papel, sin errores, con datos en la nube

La transformación digital sostenible no solo ahorra papel: reduce errores humanos, permite monitorizar en tiempo real y evita repeticiones innecesarias de ensayos.

·       Protocolos en apps o QR integrados en los equipos.

·       Control remoto de cámaras climáticas, incubadoras o espectrofotómetros.

·       IA que detecta desviaciones y recomienda ajustes en experimentos en curso.

🔍 Tendencia emergente:
Laboratorios como los de MIT o ETH Zürich trabajan con plataformas donde la IA optimiza protocolos según recursos disponibles, evitando desperdicio de reactivos o

La sostenibilidad en el laboratorio no es solo una cuestión ética, es una necesidad operativa, económica y científica. Si la ciencia busca entender y proteger el mundo, debe empezar por hacerlo desde dentro.

Conclusión

Si queremos un mundo lleno de ciencia y de artículos científicos (que os contamos los pasos en este blog). También, necesitamos tener cuidado con el impacto que tiene en el entorno, porque sin ciencia no hay futuro y sin medio ambiente cuidado, tampoco.

  Webgrafía

My Green Lab. (2023). My Green Lab Certification Program. https://www.mygreenlab.org/green-lab-certification.html
→ Fuente clave sobre certificación de sostenibilidad específica para laboratorios, incluye estrategias prácticas, estudios de caso y métricas.

University College London. (2022). LEAF: Laboratory Efficiency Assessment Framework. https://www.ucl.ac.uk/sustainable/ucls-leaf-programme
→ Sistema de evaluación utilizado ampliamente en universidades europeas, con guías prácticas, plantillas y criterios sostenibles para laboratorios.

International Institute for Sustainable Laboratories (I2SL). (2020). Laboratory Energy Efficiency. https://www.i2sl.org/resources/energy.html
→ Información detallada sobre el consumo energético de equipos como ULT, campanas extractoras y ventilación en laboratorios.

University of Colorado Boulder. (2020). CU Green Labs: Freezer Challenge and Best Practices. https://www.colorado.edu/ecenter/greenlabs
→ Datos reales de reducción energética al subir congeladores de -80 ºC a -70 ºC. Recomendaciones técnicas y resultados cuantificados.

Bayer, C. W., Crow, S. A., & Fischer, J. (2020). Sustainable laboratory design: Planning, design, and operation for safety, energy efficiency, and environmental stewardship. Wiley.
→ Libro técnico sobre planificación de laboratorios sostenibles, con enfoque en arquitectura, uso de materiales y eficiencia operativa.

Kunkel, R., & Hagemann, A. (2021). How can laboratories reduce plastic waste? A practical approach. Nature Reviews Materials, 6, 894–896. https://doi.org/10.1038/s41578-021-00321-4
→ Revisión científica publicada en Nature Reviews Materials sobre reducción de plásticos en laboratorios, con propuestas viables y datos de impacto.

UNESCO. (2020). Engineering for Sustainable Development: Delivering on the Sustainable Development Goals. https://unesdoc.unesco.org/ark:/48223/pf0000375644
→ Documento marco que explica cómo aplicar la sostenibilidad en entornos técnicos y científicos, incluyendo laboratorios educativos e industriales.

Artículo editado por Ana María Morón Usero, creadora de Ammu Neuroscience and Biology.

Más sobre la autora:

Me presento soy Cristina Aranda Sánchez, maestra de los misterios celulares y exploradora de los infinitos microcosmos del laboratorio como Técnico Superior en Laboratorio Clínico, Anatomía Patológica y el noble arte de los Cultivos Celulares. Divulgadora con el proyecto Myworldlab en Twitter o X, instagram y LinkedIn.

Ha colaborado con el proyecto de Ammu Neuroscience and Biology, proyecto que intenta acercar la ciencia a la gente. Os animamos a leer otros post, donde aprenderéis mucho sobre la ciencia, tenéis más artículos de científicas Y MUCHOS OTROS TEMAS escritos por Ammu y Cristina. 

Que la ciencia y la fuerza os acompañe.

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